Katsugen y Seiki So Ho: el movimiento vital regenerador, el toque sutil y la consciencia corporal.
Katsugen podría traducirse como volver al origen, reconectar con lo esencial. Es una práctica regeneradora que nos invita a despertar el movimiento vital natural del cuerpo y a restablecer la armonía entre cuerpo, mente y emoción.
A través del Katsugen, surge de manera espontánea un movimiento interno —único en cada persona— que nos guía hacia la consciencia corporal y hacia una sensación profunda de bienestar y autenticidad.
Una experiencia de conexión y libertad
Cuando comencé a practicar Katsugen, algo muy especial empezó a suceder en mi interior.
Conectaba con una sensación profunda de bienestar, libertad y empoderamiento. Sentía mi cuerpo más vivo y presente, y esa conexión sencilla —solo con mi cuerpo y mi respiración— me llevó a integrar la práctica como una forma de vida.
El movimiento del Katsugen refleja el vaivén natural de la vida: nos muestra, de manera suave y orgánica, cómo volver a nuestro equilibrio interno.
Cada persona vive esta experiencia de forma diferente, pero la mayoría coincidimos en algo común: una sensación de bienestar, libertad y presencia renovada.
Katsugen Undo y Katsugen Soho
Katsugen Undo se practica de forma individual, permitiendo que el cuerpo se exprese libremente desde su sabiduría interna.
Katsugen Soho se realiza en pareja, con un rol de dador y receptor, facilitando la escucha y la conexión energética mutua.
En los talleres grupales de Katsugen, el grupo se convierte en un espacio seguro, de confianza y apoyo, donde la energía compartida potencia la experiencia.
Combinamos dinámicas de relajación, Chi Kung y meditación Gyoki, creando las condiciones ideales para liberar tensiones, aquietar la mente y disfrutar del movimiento espontáneo del cuerpo.
La práctica de SeiKi So Ho
Durante los talleres también exploramos el SeiKi, una práctica que nos invita a experimentar la consciencia desde un estado de presencia profunda.
Para mí, el Katsugen alcanza su máxima expresión cuando se encuentra con el Sei-Ki: entonces surge un espacio interno de silencio, claridad y resonancia con lo que verdaderamente somos.
A través del SeiKi es posible experimentar:
Claridad en aspectos de la vida antes confusos.
Liberación de bloqueos y miedos.
Sensación de libertad y confianza.
Bienestar y energía renovada.
Presencia y conexión con el momento presente.
El SeiKi cultiva la paciencia, la no intervención y la apertura a lo espontáneo: nos enseña a permitir que la vida suceda.
Un legado de sabiduría viva
El Katsugen tiene sus raíces en la cultura Seitai, desarrollada en Japón por el maestro Haruchika Noguchi, quien dedicó su vida a estudiar la autorregulación natural del cuerpo y el movimiento espontáneo como vía de salud y equilibrio.
Uno de sus discípulos Katsumi Mamine acercó esta enseñanza al mundo occidental, dando forma a un lenguaje más accesible y profundo que nos permite comprender cómo la vida se expresa a través del movimiento y la energía vital.
Por otro lado el origen del Seiki que fue desarrollado por Akinobu Kishi surgió como una evolución natural de su experiencia con el shiatsu .
Kishi comprendió que la verdadera transformación no ocurre a través de la técnica, sino del encuentro genuino entre dos seres.
Así transformo su camino en el shiatsu y dejó de “tratar” para simplemente estar presente, permitiendo que la energía vital (Ki) se reorganice por sí misma cuando hay apertura, silencio y conexión profunda. Para el, todo esto era resonar con la persona , con su presencia y su respiración.
La esencia del Sei-Ki: resonancia y presencia
El corazón del Sei-Ki es la resonancia , un estado de vibración compartida que se produce cuando el practicante y el receptor entran en sintonía.
En ese espacio, desaparece la intención de “hacer” o “curar”, y emerge una comunicación energética directa que trasciende las palabras y los gestos físicos.
La resonancia es más que una sensación: es la manifestación del orden vital que se expresa cuando el cuerpo se siente completamente escuchado.
A través de esa resonancia, puede surgir movimiento, calma, emoción o claridad —todo lo que el organismo necesita para volver a su equilibrio natural.
No es una técnica, sino un estado de consciencia y presencia viva, donde el practicante se convierte en un canal de la vida misma.
Más que “dar” algo, se trata de acompañar desde el vacío, confiando en la sabiduría natural del cuerpo.
Gracias a la inspiración del maestro Kishi y a quienes continúan difundiendo sus enseñanzas —como Paul Lundberg, Alice Whieldon, Nick Pole (Lenguaje Limpio) y Gill Holl, a quien sigo especialmente desde mi formación en Shiatsu— hoy podemos seguir explorando, comprendiendo y compartiendo estas enseñanzas vivas.
Cómo participar
El Katsugen y el Sei-Ki se practican:
🌀 En talleres grupales de fin de semana, donde el grupo genera una energía de apoyo y crecimiento.
🌿 En sesiones individuales de una hora, que pueden realizarse como encuentro puntual o como parte de un proceso terapéutico junto al Shiatsu.
Si deseas descubrir el Katsugen y el Sei-Ki, conectar con tu movimiento interno y experimentar una sensación profunda de libertad y bienestar,
te invito a contactarme o unirte a los próximos talleres.
