Esta técnica se centra en lograr una correcta canalización de la energía vital, una energía que puede tomar diferentes nombres según el país que la mencione siendo el Chi en China y Japón o el Prana en India. Para conseguir esta correcta canalización de la energía la técnica consiste en presionar diferentes puntos estratégicos del cuerpo a través de los dedos y las palmas de las manos. Esta técnica puede entenderse también como una terapia de digitopuntura.
Sus beneficios son múltiples y pasan por incrementar la relajación, estimular la circulación, equilibrar el sistema nervioso, mejorar nuestro estado de ánimo, o el alivio del dolor, siendo este último el que más pacientes atrae a probarla. En una sesión de shiatsu, que suele durar sobre una hora u hora y media, el terapeuta presionará con sus dedos o manos puntos específicos del paciente según sus necesidades.
Para escoger los puntos del cuerpo sobre los que realizar la terapia el shiatsu se centra en lo que denomina meridianos, que son canales a través de los que fluye la energía, y relaciona cada uno de ellos con un órgano.
Por tanto uno de los beneficios más populares del shiatsu es mejorar la postura corporal, lo que ayuda a prevenir dolores y evitar otras molestias. De hecho varias técnicas y terapias provenientes de la medicina tradicional asiática se centran en mejorar la salud y el bienestar emocional a través de la postura corporal, como el taichí o el chikung.